(Estado del no cambio)
Esto nos demuestra, en realidad, que casi nada es inmutable. El firmamento puede sufrir la extinción de una estrella, El océano puede contaminarse, secarse o incrementar su caudal de agua, mientras que una montaña puede cambiar su fisonomía por la acción natural o del hombre.
Al aislarse de toda mutabilidad son muy difícil de cambiar o contaminar los elementos que están guardados de forma consecutiva en la “memoria” que en este caso es el cubo.
Todas las reflexiones del objeto inmutable posteriores a el, serán modificadas por tu mente y desformadas por el tiempo perdiendo por completo su forma original